lunes, 5 de septiembre de 2011

La condesa de Hong Kong

Imagen de Wikipedia
Título: La condesa de Hong Kong (A countess from Hong Kong)
Director: Charlie Chaplin
Intérpretes: Marlon Brando, Sophia Loren, Sydney Chaplin, Tippi Hedren
Año de estreno: 1967

No hay como tener un canal de televisión en abierto para ver películas que de otro modo no te habrían llamado la atención. Aunque me gustan mucho las películas de Chaplin, sobre todo El chico y Luces de la ciudad, debo reconocer que a priori La condesa de Hong Kong no me atraía demasiado. Bueno, normalmente ahora debería decir que me ha cambiado la vida o algo así, pero tampoco ha sido para tanto. La condesa de Hong Kong es entretenida, con momentos divertidos, y ante todo es una rara avis dentro del legado que dejó Chaplin para la posteridad.

Odger Mears es el hijo de un potentado del petróleo que trata de labrarse una carrera política. Recibe su nombramiento como embajador de Arabia Saudí mientras se encuentra en Hong Kong, donde finaliza su viaje alrededor del mundo. Allí conoce a una condesa rusa exiliada llamada Natascha que acaba colándose en su camarote del barco que le lleva de vuelta, ya que ella quiere ir a los Estados Unidos, y viajar de polizón es su único recurso. Evidentemente, la idea no seduce lo más mínimo a Odger, pero no le queda más remedio que tolerar su presencia para no ver manchada su reputación. Con ayuda de Harvey, su mejor amigo, el embajador encubre a Natascha. Como no podía ser de otra manera, se acaban enamorando.

Lo cierto es que la trama de La condesa de Hong Kong no tiene nada que envidiar a las actuales comedias románticas, aunque su desarrollo es un tanto flojo, porque se nota que el tema no es el habitual en su insigne director. El punto de partida de la nobleza rusa exiliada daría mucho juego para un drama, pero Chaplin lo deja por debajo de la anécdota, ya que prefiere centrarse en lo que sucede en el interior del barco en que los personajes viajan a Norteamérica. El romance es también secundario, de hecho no vi demasiada química que digamos entre los personajes de Marlon Brando y Sophia Loren, pero es en las secuencias cómicas en las que Chaplin se luce, algunas de ellas herencia directa de esa slapstick comedy que él contribuyó a crear. La reticencia del director al sonoro se deja notar en el hecho de que las escenas más divertidas carecen de todo diálogo. Y una curiosidad: aunque Chaplin contó con dos grandes como cabeza de cartel y tuvo a la mismísima Tippi Hedren como secundaria de lujo, el mejor personaje de todos es sin duda el hijo del director, Sydney Chaplin, un verdadero robaescenas que protagoniza algunos de los mejores momentos de la cinta.

Puntuación: 6

1 comentario:

  1. Este pasado finde la echaron en el TCM clásico y la vi, pero no me gustó demasiado. Es que la Loren no es de mis favoritas... Reconozco que para comedias clásicas me quedo con Billy Wilder (Con faldas y a lo loco, Sunset Boulevard, Irma la Dulce, El Apartamento, etc...) más que con Chaplin, de éste último me quedo con El Dictador y Monsieur Verdoux, comedias realmente negras y realmente críticas tanto en su argumento como en su puesta en escena. Si no las has visto te las recomiendo! Bss!

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