viernes, 24 de junio de 2011

Resacón en Las Vegas

Imagen de Wikipedia
Título: Resacón en Las Vegas (The hangover)
Director: Todd Phillips
Intérpretes: Bradley Cooper, Zach Galifianakis, Ed Helms, Justin Bartha
Año de estreno: 2009

Alguna página web española de cine debería hacer un Top 100 con los títulos peor traducidos de las películas de las últimas décadas. Se debería obviar, por supuesto, el cine clásico, que por sí solo llenaría toda la lista. Lo cierto es que los casos más punibles son, en mi opinión, los del cine más reciente, pues la mayoría de la gente sabe inglés a un nivel más o menos básico y da casi vergüenza ajena ver cómo los traductores se pasan por el forro el título original de una película que, sin ser ninguna maravilla (o aunque lo sea, como ese imperdonable ¡Olvídate de mí! en que se transformó Eternal sunshine of the spotless mind), acabe sonando a una auténtica estupidez. Es el caso del ya mencionado drama protagonizado por Jim Carrey o el de la película que nos ocupa. Parece una estupidez, pero el título es lo primero que te entra por los ojos y, a menos que alguien nos confirme lo contrario, podemos llegar a pasar de largo de ese título que no nos provoca sino arcadas.

Eso fue lo que me pasó con Resacón en Las Vegas, que al ver anunciada en cines me pareció que debía haber nacido de las privilegiadas mentes de los creadores de Superhero movie o alguna bazofia semejante. Cuando empezaron a lloverle las críticas positivas y se convirtió en la comedia del año (dos mil nueve), ya era tarde. Al final me he puesto a verla en vísperas de ver en el cine su secuela, que, en otro alarde de creatividad por parte de la distribuidora española, tiene el "atractivo" título de Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia!. Se ve que, quien sea que haya traducido este título, tiene como idea convertir a los poligoneros en público potencial de estas comedias.

Resacón en Las Vegas trata, como todo el mundo sabe ya, de cuatro amigos que se marchan a la ciudad del juego para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos, Doug. El resto son el profesor canalla Phil, el dentista calzonazos Stu y el inclasificable futuro cuñado Alan. Tras una noche de farra al máximo, Phil, Stu y Alan despiertan en su villa del hotel Caesars Palace completamente destrozada con una resaca del quince y una ausencia total de recuerdos. A esto se suman tres problemas aparentemente inconexos entre sí: un bebé abandonado, un tigre en el cuarto de baño y Doug desaparecido. Acosados por la cercanía de la boda, los tres crápulas se ponen en marcha para reconstruir los hechos de una noche a todas luces desmadrada.

La verdad es que a Resacón no le faltan ingredientes para convertirse en la comedia del año, como se la consideró. Los personajes se ven sometidos a una cadena de interminables desdichas que, unidas al descacharrante carácter de cada uno de ellos, desencadenan situaciones divertidísimas aderezadas con los comentarios (sobre todo) de Alan. Aunque es la típica película "de tíos" no se recurre al chiste sexual en ningún momento, parece una tontería pero tiene muchísimo valor, ya que esa orientación es la más socorrida, y sin caer en ella, Resacón en Las Vegas tiene grandes momentos.

En pocas palabras, Resacón en Las Vegas toma un tema algo tópico y lo convierte en una comedia gamberra e imprescindible, exagerada y llena de pequeños detalles que merece la pena verla varias veces. Yo, al menos, pienso intentarlo.

Puntuación: 9

P.D.: Para los que estéis interesados en el espinoso tema de la traducción de títulos de películas, este artículo en Cinemanía quizá responda algunas preguntas.

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