viernes, 15 de abril de 2011

Sinsajo

Imagen de editorialmolino.com
Título: Sinsajo
Autor: Suzanne Collins
Año de publicación: 2010
Editorial: Molino

Aunque suelo quejarme de que las obras de ficción ya no me provocan las mismas emociones que hace años, porque he leído y visto tanto que muchas veces ya sé lo que va a pasar antes de que suceda, en ocasiones surge algún libro o película que me sorprende, generalmente por ofrecer sucesos o personajes que se salen de la norma del género o arco de edad al que están destinados. Eso es lo que me ha pasado con Sinsajo, la tercera entrega de la trilogía Los Juegos del Hambre, una novela de la que no esperaba demasiado en vista de las opiniones cosechadas entre algunos fans de la saga y que ha chocado conmigo en un festín de muerte y rebelión.

Tras sobrevivir por segunda vez a Los Juegos del Hambre, Katniss es la enemiga número uno del Capitolio. El Distrito 12 ha sido reducido a cenizas y los escasos supervivientes del mismo viven ahora en el Distrito 13, que se creía destruido. Ha estallado la guerra entre los Distritos y el Capitolio, y a Katniss se le asigna la misión de convertirse en el emblema del combate, ya que fue ella quien, con sus simbólicos actos de rebeldía, se ganó el apodo de Sinsajo. Sin embargo, Katniss sólo tiene dos objetivos: matar al presidente Snow y rescatar a Peeta de las garras del Capitolio.

Los Juegos del Hambre tiene en común con Cazadores de Sombras que su tercera entrega se desarrolla en un entorno completamente opuesto a las anteriores. Si en el caso de la trilogía (ahora tetralogía) de Cassandra Clare se sustituía el escenario de Nueva York de Ciudad de Hueso y Ciudad de Ceniza por el país ficticio de Idris en Ciudad de Cristal, en Sinsajo nos alejamos del evento que dominaba el desarrollo de Los Juegos del Hambre y En llamas para hallar a los protagonistas enfrentados a una catarsis aún más feroz que los propios Juegos. En Sinsajo, Suzanne Collins no repara en detalles a la hora de retratar dobles morales, intenciones escondidas, personajes que pasan a engrosar la lista de fallecidos sin que apenas haya tiempo para lamentar su pérdida y otras circunstancias propias de la guerra con un realismo que no deja de chocarme en una novela juvenil. Si alguien espera un tratado de paz, arrepentimiento por los crímenes cometidos y una pareja que supera todas las adversidades, son felices y comen perdices, a lo mejor Sinsajo les decepciona. A mí, aunque me ha chocado, no me ha disgustado en absoluto, aunque me ha parecido terriblemente injusta la muerte de algunos personajes (no diré cuáles), pero eh, la guerra es así.

Collins logra además ahondar en el personaje de Katniss Everdeen, un personaje muy redondo, con numerosos claroscuros, que reacciona de una manera completamente creíble a los acontecimientos a los que se enfrenta, que lucha como una jabata y que consigue que el lector se meta en su piel. No es una heroína romántica, no hay un héroe que la rescate in extremis, no mira al futuro con esperanza, no acepta las contrariedades con entereza; tan sólo se limita a sobrevivir, y en ocasiones, son otros los que hacen que siga viva en contra de su voluntad. Aunque los secundarios también están muy bien trazados, Sinsajo es el libro de Katniss, de la vida, muerte y resurrección (metafóricas) de una chica que logra cambiar el mundo.

Puntuación: 9

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