domingo, 18 de abril de 2010

Especiales


Título: Especiales
Autor: Scott Westerfeld
Año de publicación: 2006
Editorial: Montena

Después de ocho meses de espera, por fin ha visto en nuestro país el desenlace de la trilogía conocida en Estados Unidos como Uglies, cuyas dos primeras entregas analicé en cuanto me las leí. No negaré que tenía muchas ganas de saber lo que les sucedería a Tally, Shay y el resto de personajes que fueron apareciendo a lo largo de Traición
y Perfección.

Al igual que sucede con Perfección, resulta imposible comenzar a explicar el argumento sin desvelar algo de lo sucedido al final de la entrega anterior. Así, Tally inicia su nueva aventura convertida en una especial, una agente del cuerpo de seguridad de la ciudad, dotada de un aspecto atemorizante y unas características físicas que la hacen más rápida y poderosa que el común de los mortales, además de insensible. Junto a su amiga Shay y varios jóvenes más integra el grupo de los llamados cortadores: agentes de Circunstancias Especiales muy jóvenes y temerarios a los que se encargan misiones con un perfil muy concreto. Y en el cerebro de Tally sólo hay cabida para dos objetivos personales: vengarse de David y del Humo por lo que le sucedió a Zane y convertir a éste último en un especial como ella.

Recuerdo que, en su momento, Traición me encantó, mientras que Perfección me dejó un poco fría, algo que no resulta raro pues las segundas partes de las trilogías suelen ser más complicadas: no tienen principio ni final, y en el caso de ésta trilogía, Perfección no es más que un mero puente entre Traición y Especiales que sirve para introducir a un personaje de gran peso en la última entrega. Especiales recoge toda la acción de Traición, la corrige y la aumenta, y el pequeño mundo que pudimos conocer a través de los ojos de Tally en las entregas anteriores se aumenta para mostrarnos un panorama mucho más amplio en el que resuenan, una vez más, ecos de Aldous Huxley. Además, Westerfeld se atreve con unos giros argumentales que tal vez decepcionen a los y las amantes del "felices para siempre".

Para variar, con Especiales la editorial ha optado por traducir literalmente el título, algo que, en mi opinión, deberían haber hecho con las entregas anteriores. Si los títulos de las tres hubiesen sido Imperfectos, Perfectos y Especiales, habrían tenido más unidad. Claro que, con dos títulos en masculino, quizá habrían acusado a Montena de ser políticamente incorrecta. A cambio del título bien traducido, Montena convocó un concurso para elegir a un lector o lectora español que se convertiría en portada de la saga. El ganador, un chico llamado Sergio García, aparece retratado en la cubierta de Especiales siguiendo el estilo de las originales norteamericanas, con un efecto cutrillo medio escondido que recuerda los famosos tatuajes flash que lucen los protagonistas.

Puntuación: 8

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