miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los seductores

Título: Los seductores (L'arnacoeur)
Director: Pascal Chaumeil
Intérpretes: Romain Durais, Vanessa Paradis, Julie Ferrer, François Damiens
Año de estreno: 2010

Cuatro millones de espectadores son, para una película europea, muchos espectadores. Un éxito tan arrollador no puede sino suscitar interés, y debo reconocer que a mí me producía curiosidad este largometraje francés capaz de atraer semejante público a las salas, pero probablemente no la habría visto de no ser por mi hermana. A pesar de que hacía bastante que no veía una comedia romántica, ésta ha logrado volver a despertar en mí esa sensación de que todo es posible según sales del cine.

Él es Alex Lippi, rompeparejas profesional. Con la ayuda de Mélanie, su hermana, y de Marc, su cuñado, Alex emplea la seducción para ayudar a mujeres que son infelices con sus parejas sin ser conscientes de ello por encargo de otras personas que financian sus rocambolescos planes. Sin embargo, Alex debe dinero y por ello acepta el encargo de romper la pareja que forman Juliette van der Becq, una joven sumiller, y su aparentemente perfecto prometido, Jonathan. Para lograrlo, Alex se hace pasar por un guardaespaldas contratado por el padre de Juliette para protegerla mientras hace los preparativos de su próxima boda en Montecarlo, y aunque la situación entre Juliette y Jonathan se opone a los principios de Alex (están enamorados), su situación le obliga a romper la pareja de de todas formas, y para lograrlo, pone en juego todo lo que tiene.

Como suele suceder, Los seductores no cuenta con la premisa más original del mundo, ya que el tema de una persona pagada para enamorar a otra cuenta con precedentes en otros medios, pero son la frescura con la que está narrada la historia, sus numerosos puntos cómicos, los momentos dramáticos hábilmente ubicados y, sobre todo, la convincente actuación de Durais, lo que convierten a Los seductores en una película digna de ver y muy entretenida. Pese a tratarse de una comedia romántica, no es empalagosa en absoluto y los pequeños homenajes a una leyenda del género como es Dirty Dancing han conseguido que la canción (I've had) The time of my life sea, para mí, el tema de dos películas diferentes.

Según tengo entendido, visto el éxito de Los seductores, Hollywood ha comprado los derechos para rodar un remake, como no podía ser de otra manera (en mi opinión esto de los remakes se les está yendo de las manos a los americanos, pero ése es otro tema), pero algo me dice que no serán capaces de reproducir el encanto de Los seductores. No puede salir demasiado bien una versión americana de una película francesa hecha a la americana. Por suerte, siempre nos quedará la original.

Puntuación: 9

martes, 28 de diciembre de 2010

La tournée de Dios

Título: La tournée de Dios
Autor: Enrique Jardiel Poncela
Año de edición: 1932
Editorial: Blackie Books

Hacía mucho que no redactaba la crítica de un libro, y me alegra hacerlo por fin de éste, que tanto tiempo me ha llevado leer. No sé si ha sido por el formato digital o porque ahora tengo mucho menos tiempo que antes (debe ser eso...), pero lo cierto es que merece la pena leer esta obrita del bueno de Jardiel Poncela, ese genial y ocurrente dramaturgo que murió arruinado y olvidado, tan olvidado que aún hoy son difíciles de encontrar otras obras suyas que no sean las de teatro. Con La tournée de Dios, escrita en una época muy temprana todavía, Jardiel Poncela planta cara no sólo a la ideología que debió imperar en ese momento y después de la Guerra Civil, sino también a nuestra actual concepción de lo políticamente correcto.

La tournée de Dios comienza con dos amigos madrileños: el novelista divorciado Federico Orellana y el periodista homosexual Perico Espasa. Después de hacernos creer que el primero va a ser el protagonista absoluto de la historia, un acontecimiento sin precedentes cambia el curso de la Historia (que es distinta si lleva mayúscula, espero que eso no me lo haya cambiado la RAE): Dios se manifiesta al Papa y le anuncia que va a hacer una gira por todo el mundo, empezando por Madrid. El anuncio levanta todas las polvaredas, escepticismos y fanatismos habidos y por haber, y el Vaticano, junto a todos los Gobiernos del mundo, no tarda en preparar toda clase de fastos para recibirle. En todo el meollo se encuentra el bueno de Perico Espasa, elegido para entrevistar a Dios en persona, pero cuando Éste demuestra que no es como todo el mundo esperaba, comienzan los problemas...

Debo reconocer que La tournée de Dios me ha parecido un libro bastante raro, con un trasfondo muy amargo pese al tono jocoso que emplea el autor desde el agudo prólogo (toda una declaración de intenciones y, en mi opinión, lo mejor de todo el libro) hasta el epílogo. No deja de resultar sorprendente que le dejaran publicar esta personalísima imagen de Dios y de la religiosidad, que son dos cosas muy distintas, pero explica bastante la penosa situación que atravesó Jardiel Poncela en los últimos años de su vida, a pesar de ser el autor de algunas de las comedias teatrales más celebradas del siglo XX, como Eloísa está debajo de un almendro, Usted tiene ojos de mujer fatal, Cuatro corazones con freno y marcha atrás y Los ladrones somos gente honrada, entre muchísimas otras con títulos igualmente geniales.

La tournée de Dios no se parece a ningún otro libro que haya leído, porque puede parecer anti-religioso pero no lo es, tan sólo expone una serie de paradojas que existen en la propia religión e incluso en el ateísmo, paradojas que se derivan del simple hecho de que somos seres humanos y por tanto somos exagerados, fanáticos, escépticos y contradictorios a más no poder. Jardiel Poncela pone sobre la mesa esos temas sin por ello condenar el ateísmo o la fe, y eso es lo más sorprendente, de manera agradable, en esta época en que hablar de religión equivale a posicionarse a favor o en contra. Personalmente se trata de una postura que no comprendo, pero allá cada uno. Después de todo, La tournée de Dios sólo es una novela, eso sí, una novela que esconde, entre chistes, verdades como catedrales, y nunca mejor dicho.

Puntuación: 6

martes, 21 de diciembre de 2010

Kobato.

Título: Kobato.
Estudio de animación: Madhouse
Número de episodios: 24
Distribuidora en España: Ninguna
Emisión original: 2009-2010

Está claro que todo lo que tocan las CLAMP se convierte automáticamente en oro. Se hallan entre los pocos autores de manga que son capaces de imponer sus condiciones, y las editoriales agachan la cabeza y responden que sí porque saben que 1) trabajan como chinas (ironía aparte) y publican mucho más que otros mangakas que sólo dibujan una obra a la vez y 2) todo lo que hacen se vende como churros. Me considero un poco entendida en el mundillo del manganime y creo que no conozco ningun otro autor/a al que se le haya hecho un homenaje tan festivo en su aniversario en el gremio como es la creación de CLAMP in Wonderland 2 en el año 2006, coincidiendo con el decimoquinto aniversario de su trayectoria artística. Pero bueno, me estoy yendo por las ramas. Lo que yo quería destacar es que, si serán famosas las CLAMP y gustará su trabajo que entre el año pasado y éste que se acaba ahora se emitió en televisión un anime que adapta un manga inacabado de estas autoras, y no un manga cualquiera del que iban publicados una serie de tomos, sino uno del que sólo habían visto la luz tres o cuatro tomos como mucho. Y eso, cuando se trata de la producción de estas autoras, quiere decir que la historia no ha hecho más que empezar.

La protagonista titular, Kobato Hanato, llega a la Tierra acompañada de un perro azul de peluche con muy malas pulgas, una botella vacía y una misión: llenar dicha botella con los corazones sanados de la gente. Tras unos accidentados comienzos debido a su ignorancia en todo lo que concierne a nuestro mundo, Kobato halla alojamiento en una casa de huéspedes y trabajo en la Guardería Yomogi, administrada por Sayaka Okiura, y en la que trabaja también su huraño vecino de cuarto, Kiyokazu Fujimoto. Kobato no tarda en verse envuelta con numerosas personas de su entorno, y con la ayuda de Ioryogi, que no es sino un espíritu castigado a habitar el cuerpo de un peluche y a ayudarla, se esfuerza por llenar la botella para cumplir su deseo: viajar a cierto sitio.

Lo cierto es que la adaptación animada de Kobato. se queda en las similitudes que se nos exponen en los primeros tomos del manga para presentarnos a los personajes originales de CLAMP y pasan a continuación a introducir personajes de otras series, especialmente de Wish (una de las pocas obras de este cuarteto que carece de anime propio si no contamos dos vídeos musicales que se hicieron en la época de su publicación) y Chobits, aunque hay cameos de muchos otros, como Watanuki y la Mokona negra (más conocida como Larg) de xxxHOLiC, los viajeros de Tsubasa RESERVoir CHRoNiCLE o el propio Tôya de Cardcaptor Sakura, aunque en el manga hay muchos más crossovers que nos dan a entender que el mundo en el que se desarrolla Kobato. suceden también los acontecimientos narrados en Lawful Drug, Suki. Dakara Suki y xxxHOLiC, por lo menos, entremezclando las tramas de todas sus series preexistentes para darle una consistencia cada vez mayor a lo que los fans llamamos el CLAMPverso. Pero volviendo al anime de Kobato., las similitudes acaban ahí. El desarrollo del guión, supervisado de cerca por Ohkawa (es lo mejor... si no salen churros raros por ahí) sigue su línea hasta los tres últimos episodios, y el desenlace inventado deviene en una especie de versión de Wish adaptada a su protagonista. Es muy bonito y está muy bien llevado, pero conociendo a las CLAMP, es posible que el desenlace del manga sea distinto y, ante todo, muy original.

Cuando hice la reseña del manga Tsubasa RESERVoir CHRoNiCLE, señalé que las obras de estas autoras son tan buenas que sus adaptaciones en anime nunca están a la altura. Entre los estudios de animación que se han encargado de las mismas destaca, por su cantidad y calidad, Madhouse, que ha realizado los OVAs de Tokyo Babylon, Cardcaptor Sakura y sus dos películas, X y su OVA, Chobits y, por supuesto, CLAMP in Wonderland 2, por citar sólo las series de CLAMP. Con Kobato. vuelven a realizar un trabajo excelente, y esta serie tan colorista y alegre luce, además de un cromatismo calcado a las ilustraciones originales, una animación realmente fantástica que no decae en ningún momento, aunque hay, por supuesto, episodios mejor animados que otros (generalmente son el primero y el último), pero en el caso de Kobato. apenas se nota la diferencia.

El aspecto sonoro es lo único que me ha chirriado un poco. El opening, Magic Number, interpretado por mi muy admirada Maaya Sakamoto, se mueve muy en su línea habitual de canciones de este estilo sin resultar espectacular como sus endings para el anime de Tsubasa RESERVoir CHRoNiCLE, y los endings de Kobato. (son dos: Jellyfish no Kokuhaku y Watashi ni dekiru koto, ambos interpretados por Megumi Nakajima, seiyuu además de Chiho y Chise), son tanto musicalmente como en su presentación visual, francamente mediocres. En cuanto a los seiyuus, trabaja gente con mucho nivel, pero la voz de Kobato, que corresponde a Kana Hanazawa, era demasiado aguda y estridente para mi gusto, llegando a resultar estridente en algunos momentos, aunque su cambio de tono cuando el personaje reflexiona sobre ciertos asuntos quedaba muy pero que muy bien.

Puntuación: 9










lunes, 20 de diciembre de 2010

Los padres de él

Título: Los padres de él (Meet the Fockers)
Director: Jay Roach
Intérpretes: Ben Stiller, Robert De Niro, Dustin Hoffman, Barbra Streisand
Año de estreno: 2004

Soy de esas personas que intentan no leer demasiadas críticas de cine, ya que los críticos sólo parecen valorar los aspectos técnicos y estéticos de una película en vez de su capacidad para entretener, partiendo también de la base de que la comedia está infravalorada. Cuando me interesa una película, trato de no fiarme demasiado de las opiniones de los demás, ya que no hay nadie que coincida conmigo al 100%. Nunca se sabe cuándo, por hacer demasiado caso a la opinión de otra persona, me voy a perder una película divertida en el cine. Bueno, pues toda esa teoría mía ha sido completamente respaldada por Los padres de él, esa secuela de una película que me encantó y que todo el mundo me puso tan mal que, sin haberla visto, tenía de ella la idea de que era malísima. Vale, igual no es una obra maestra, pero en mi opinión dista mucho de ser mala.

Tras lograr la aprobación del padre de su novia para casarse con ella, Greg Focker ("Follen" en la versión española) no puede evitar preocuparse por el inminente encuentro entre sus futuros suegros, el ex-agente de la CIA Jack Byrnes y su encantadora esposa Dina, y sus propios padres. Para discutir los seis acerca de la boda entre Greg y Pam viajan a Miami, donde vive el matrimonio Focker, que desde el principio choca con el severo Jack por su forma de ser: Bernie es un abogado devenido en "amo de casa" excesivamente sobón y que practica capoeira y Roz es una sexóloga especializada en la tercera edad. Si ya el choque de titanes resulta de por sí catastrófica, la cosa se complica cuando Pam descubre que está embarazada.

Lo mejor de Los padres de él es, sin duda, el duelo interpretativo entre los cuatro veteranos que dan vida a los progenitores de la feliz pareja: si ya en Los padres de ella el bueno de Ben Stiller se veía completamente sobrepasado por un Robert De Niro en estado de gracia y una Blythe Danner dándole la réplica como si fuesen una verdadera pareja, en Los padres de él se topan con los duros competidores que son Dustin Hoffman haciendo un papel diametralmente opuesto al de su consuegro en la ficción y una fantástica Barbra Streisand, acerca de la que debo confesar que no sabía que fuese tan buena actriz. La película repite, por supuesto, muchos de los gags que hicieron célebre a la primera entrega, y el inestimable papel del gato de los Byrnes se complementa con la aparición del perro de los Focker. Tal vez lo único que me pareció pesado fue la importancia que se le da a Jackie, el nieto de Jack y Dina (hijo de su otra hija), pero en general es una película muy divertida. La verdad es que tenía tan mal concepto de ella que me ha sorprendido gratamente, y me parece una secuela a la altura de la genial Los padres de ella. Lástima que, a la luz del tráiler de la tercera parte, no tenga tanta esperanza en Ahora los padres con ellos. Probablemente se deba a que se han cargado el título original y suena a película de Antena 3 después de comer.

Puntuación: 8

jueves, 16 de diciembre de 2010

El verdugo

Título: El verdugo
Director: Luis García Berlanga
Intérpretes: José Isbert, Nino Manfredi, Emma Penella, José Luis López Vázquez
Año de estreno: 1963

Quienes me conocen saben que no soy muy amiga del cine español. Le he dado varias oportunidades y he llegado a la conclusión de que, salvo películas muy concretas, el cine que se hace en mi país no es de mi gusto, sobre todo el que se viene haciendo de un tiempo a esta parte. Por suerte, hay algunos clásicos que se salvan de la quema. Berlanga, al que descubrí gracias a la asignatura de Historia del Cine en mi último año de carrera, es uno de ellos. Hasta la fecha había visto cuatro de sus películas: ¡Bienvenido, Míster Marshall!, La vaquilla, La escopeta nacional y Patrimonio Nacional. Con ocasión de su fallecimiento me apresuré a adquirir una de sus obras más inmortales, y así le rindo mi particular homenaje.

El verdugo nos presenta a Amadeo, un anciano verdugo a punto de jubilarse que conoce en la cárcel a un enterrador llamado José Luis. Éste se enamora de la hija de Amadeo, Carmen, ya que ambos tienen algo en común: a causa de su oficio (en el caso de ella, del de su padre), no tienen relaciones de larga duración. Después de casarse, Amadeo convence a José Luis para que se haga verdugo como él y así conservar sus privilegios como funcionario del Estado, a pesar de que el joven reniega del oficio.

El verdugo es una comedia negra que nos plantea el lado humano de una profesión que todos consideramos absolutamente ignominiosa, y se nos presenta al bueno de Amadeo y al inocente José Luis como personas normales y corrientes que se buscan la vida como pueden en una época difícil. La película refleja a la perfección la morbosa fascinación que despierta la aplicación de la pena capital y al mismo tiempo el ostracismo y desprecio al que se ven sometidos los ejecutores (destaca la escena en que los cocineros de la prisión no quieren tocar a José Luis y le dejan la taza de café al alcance de la mano, como si padeciese una enfermedad contagiosa), a modo de crítica, pero sin perder nunca el tono jocoso e irónico propio de las obras de Berlanga, con el siempre entrañable Pepe Isbert como el anciano verdugo (un personaje a la altura del alcalde de Villar del Río en ¡Bienvenido, Míster Marshall!) encabezando una constelación de estrellas del cine español en el que, además de los famosos intérpretes que destaco en la ficha de la crítica, tienen pequeños papeles otros grandes de la pantalla como María Luisa Montes, Alfredo Landa, Julia Caba Alba, Ángel Álvarez y María Isbert, hija de José Isbert.

En pocas palabras, películas como El verdugo me reconcilian un poquito con el cine de mi país. Algo es algo.

Puntuación: 9

sábado, 11 de diciembre de 2010

Toy Story 3

Imagen de Wikipedia
Título: Toy Story 3
Director: Lee Unkrich
Intérpretes (voces): Tom Hanks, Tim Allen, Joan Cusack, Michael Keaton
Año de estreno: 2010

No sé qué me enorgullece más: haber llegado a la entrada número 100 de este año 2010 (que no creo que sea la última, aunque quedaría de lo más redonda) o que la protagonista de la misma sea Toy Story 3. Hay mucho que contar de esta película que me quedé con ganas de ver en el cine, tal y como hice con sus antecesoras: vi Toy Story cuando tenía ocho años y Toy Story 2 cuando tenía doce, y debo reconocer que no ha sido hasta la conclusión de la trilogía cuando me he reconciliado de una vez y para siempre con la saga más famosa de Pixar.

Muchos años han pasado en el mundo de Andy, y sus juguetes han presenciado cómo éste iba creciendo y perdía interés en ellos. Aunque Woody trata de infundir ánimos a los pocos que quedan (Buzz, Jessie, Perdigón, Slinky, Ham, el Sr. y la Sra. Patata y Rex), todos ellos se ven abocados al cubo de la basura al marcharse Andy a la universidad, ya que parece dispuesto a llevarse consigo únicamente a su querido Woody. Cuando, por un malentendido, los juguetes de Andy y Barbie, la muñeca de la hermana de Andy, acaban en la guardería Sunnyside, el destino parece halagüeño para unos juguetes que se creen jubilados, pero no tardan en descubrir que nada en Sunnyside es tan bonito como parece...

Debo reconocer que, de niña, Pixar nunca acababa de convencerme. Siempre he sido (y me temo que sigo siendo) absolutamente pro-animación tradicional, y había algo en los largometrajes de Pixar, especialmente en Toy Story , su secuela y Bichos, una aventura en miniatura, que son las que vi en el cine en su momento, que no acababa de gustarme tanto como sus coetáneas de Disney. De hecho, hasta WALL-E y Up no he empezado a valorar verdaderamente a Pixar, y han sido Monstruos S.A., Buscando a Nemo y Los Increíbles, que he visto a posteriori, las que me han acercado más a Pixar. No miento si digo que Toy Story 3, con sus numerosos homenajes a largometrajes clásicos y su inteligente uso de los iconos pop que son ya sus personajes, me ha gustado mucho más que sus predecesoras.

Al argumento, que sigue la línea de las anteriores entregas de la saga pero con una impresionante espectacularidad, se unen los personajes de siempre corregidos y aumentados más nuevos juguetes, cada uno de ellos con sus propias singularidades, aunque sin duda mis preferidos son, claro, Barbie y Ken, que no tienen desperdicio alguno. Con todos ellos, Pixar construye un enternecedor relato sobre la importancia de la la niñez y el proceso que conduce a la madurez, y las cosas que se pierden y ganan en el mismo. Pero además de todo ese mensaje, Toy Story 3 nos proporciona escenas memorables, diálogos descacharrantes, aventuras sin par y casi dos horas de diversión sin límites.

Puntuación: 10

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Revisión: Anastasia

Título: Anastasia
Director: Don Bluth, Gary Goldman
Intérpretes (voces): Meg Ryan, John Cusack, Kelsey Grammer, Christopher Lloyd
Año de estreno: 1997

Cada vez que veo esta película recuerdo por qué es una de mis cintas de animación predilectas. No deja de resultar irónico, ya que vi esta película con unos diez u once años y trata una época que actualmente me fascina, que es la Revolución Rusa. Anastasia se despoja de gran parte de la tragedia de la monarquía rusa (cuyo desenlace fue uno de los más brutales que ha visto una clase reinante, por no decir el que más) para tomar una famosísima leyenda urbana de principios del siglo XX y hacer de ella un cuento de hadas.

Corre el año 1917 cuando una maldición lanzada por el rencoroso Rasputín trae la desgracia sobre los Romanov, los zares de la Rusia imperial. Sólo la Emperatriz Viuda Marie logra escapar del país, dejando atrás, a su pesar, a su nieta preferida, la más pequeña: Anastasia. Diez años más tarde, una huérfana llamada Anya decide desafiar al futuro que la dueña del orfanato donde ha pasado su infancia ha fijado para ella y parte a San Petersburgo, desde donde planea viajar a París, la única pista de su pasado, que no recuerda. En la ciudad vive Dimitri, un joven caradura que busca una Anastasia, ya que la Emperatriz Viuda ha ofrecido una generosa recompensa de diez millones de rublos a quien encuentre a su nieta Anastasia. Cuando Dimitri conoce a Anya, la convence de que existe la posibilidad de que ella sea Anastasia, y junto a su colega Vladimir y el perro de Anya, Pooka, se encaminan hacia París. Lo que ninguno de ellos sabe es que Anya es la verdadera Anastasia, y el juramento de eliminar a todos los Romanov devuelve la vida a Rasputín, dispuesto una vez más a acabar con la legítima heredera al trono ruso.

De acuerdo: el argumento no es ninguna maravilla, se nota que está dirigido a un público infantil que no va a reparar demasiado en los detalles y está llena de errores históricos, pero Anastasia tiene unos personajes magníficamente construidos, escenas de gran tensión y fuerza y un buen puñado de frases memorables. Resulta inevitable pensar que la Disney habría hecho, con los mismos ingredientes, una película mucho más redonda, aunque es posible que le hubiesen quedado unos protagonistas algo más relamidos. De hecho, si algo sorprende de Anastasia como película infantil es que, aunque el villano Rasputín resulta un tanto risible, sus malvadas intenciones y sus medios para llevar a cabo sus fines destacan por su crueldad.

La animación de Anastasia llama la atención por el torpe intento de introducir objetos generados por ordenador, que en el año 1997, destacan de mala manera sobre la animación tradicional del resto de la cinta. Así, elementos como la caja de música, los vehículos o la estatua de pegaso no se integran del todo con el entorno en el que aparecen. Aún así, las partes de animación tradicional gozan de una calidad estupenda; no en vano Don Bluth Entertainment es la creadora de largometrajes tan inmortales como En busca del Valle Encantado (y sus ¡doce secuelas!), Todos los perros van al cielo, Pulgarcita, Titán A.E. y la trilogía de videojuegos Dragon's Lair, entre muchas otras producciones.

Otro de los puntos fuertes de Anastasia es, sin lugar a dudas, su banda sonora. Aunque lamentablemente no he podido escuchar las canciones en inglés, las versiones españolas son francamente geniales, en especial los temas interpretados por Anya: Viaje tiempo atrás y Una vez en diciembre. La dobladora española para las canciones, Virginia Martínez, realiza un trabajo excelente.

Puntuación: 9

La edad de la inocencia

Título: La edad de la inocencia
Autor: Edith Wharton
Año de publicación: 1920
Editorial: RBA Coleccionables

Hoy traigo una misma historia por partida doble. Como ya hice con Orgullo y prejuicio, cuya adaptación cinematográfica vi poco después de leer la novela original, también en esta ocasión he podido ver la versión en celuloide del último clásico que he leído, dirigida nada menos que por Martin Scorsese. Pero comencemos por el principio.

Newland Archer es un joven perteneciente a la clase alta neoyorquina de finales del siglo XIX que tiene todo aquello que podría desear: un trabajo estable que no requiere demasiados esfuerzos, una familia respetuosa, una prometida encantadora, May Welland, y una serie de mudas normas que atan todos y cada uno de los aspectos de sus vidas. No obstante, Newland se cuestiona constantemente la validez de esas reglas que forman el entramado de la sociedad en que vive. El precario equilibrio en el que su forma de vida se sostiene queda al descubierto a ojos del joven cuando aparece en su vida la condesa Ellen Olenska, prima de May, de la que Newland se enamora perdidamente.

El complejo triángulo amoroso entre los muy distintos Newland, Ellen y May se ve aderezado por la pormenorizada descripción de los ambientes y costumbres de la Nueva York de la década de 1870, descripción realizada con nostalgia y cinismo al mismo tiempo. Edith Wharton conoció la sociedad en que se desarrollan los hechos, conoció ese mundo hipócrita que imitaba a Europa tanto como la despreciaba, y supo retratar en las páginas de su novela los numerosos defectos de ese mundo al mismo tiempo que nos hace admirar su fascinante decandencia. Destaca el personaje de May Welland, que personifica a la perfección esa sociedad que rodea la vida de Newland, y que nos hace preguntarnos: ¿de verdad hay tanta inocencia?

Puntuación: 6

Título: La edad de la inocencia (The age of innocence)
Director: Martin Scorsese
Intérpretes: Daniel Day-Lewis, Michelle Pffeifer, Winona Ryder, Miriam Margolyes
Año de estreno: 1993

A la altura de cualquier superproducción, y con una impresionante puesta en escena, se halla esta versión cinematográfica de la famosa novela de Edith Wharton, no la primera pero sí la más reciente, y probablemente difícil de superar en cuanto a calidad interpretativa y visual.

Scorsese pone toda la carne en el asador recreando a la perfección el ambiente relatado por Wharton en su novela. La ambientación histórica es perfecta, llena de detalles que sitúan la acción en su tiempo, como la presencia de numerosas obras de arte muy reconocibles que no resulta extraño que perteneciesen a particulares en la época. Las interpretaciones tampoco se quedan atrás: aunque el doblaje español sea un verdadero crimen, el trío protagonista se desenvuelve con sobrada facilidad dando vida a los tres vértices del afamado trío protagonista. Aunque Pffeifer y Ryder no se ciñan físicamente al cien por cien a las descripciones que ofrece Edith Wharton de la condesa Olenska y de May Welland en su novela (en la obra, la primera es morena, mientras que la segunda es rubia), las dos actrices representan sus papeles de manera sobresaliente, especialmente Winona Ryder, que en mi opinión capta toda la esencia de la cándida May. Entre los secundarios llama la atención la presencia de Geraldine Chaplin como Mrs. Welland, aunque su presencia parece meramente nominal, ya que, a diferencia de su homónima en el libro, apenas abre la boca. En realidad, la que triunfa es la abuela Mingott, un personaje casi calcado de la novela de Wharton.

Aunque algunos pasajes de la obra original se ven comprimidos y ciertos personajes desaparecen sin dejar rastro, La edad de la inocencia es una adaptación más que correcta, con numerosos diálogos tomados textualmente de la novela y una ocasional voz en off que recita algunos pasajes correspondientes al narrador y que nos permiten captar diminutos detalles que sólo son verdaderamente visibles a través de las páginas de un libro.

Puntuación: 7

martes, 30 de noviembre de 2010

Persépolis

Título: Persépolis (Persepolis)
Director: Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi
Intérpretes (voces): Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, Simon Abkarian, Danielle Darrieux
Año de estreno: 2007

Si algo hay que reconocerles a los franceses, que no son santo de mi devoción, es que, además de tocar el acordeón como ningún otro pueblo, son los artífices de la mejor animación que se puede encontrar en Europa hoy en día. Esto es algo que he comprobado gracias a diversas adaptaciones de cómics: las películas de Corto Maltés y ahora, la versión animada de Persépolis.

Leí el cómic original en el momento idóneo: para obtener créditos de libre configuración en la carrera, me matriculé en la asignatura de lengua persa que ofrecía la facultad de Filología. Aunque ya no recuerdo nada del idioma (y eso que en su momento las clases me sirvieron para aprender de memoria el alfabeto farsi, que es muy parecido al árabe), sí que aprendí mucho de la cultura iraní, completamente desconocida para mí. En este contexto, una compañera me prestó el tomo único publicado por Norma de Persépolis. El flechazo fue instantáneo.

La película que adapta el cómic original de Marjane Satrapi (que también ejerce labores de dirección y adaptación del guión, además de supervisar muy de cerca toda la producción del largometraje) relata en una hora y media los acontecimientos principales de esta obra autobiográfica en que Marjane Satrapi relata cómo vivieron ella y su familia, de talante progresista, el derrocamiento del Sha, la proclamación del régimen fundamentalista islámico y la guerra con Irak. La historia se desarrolla entre 1979, cuando Marji (diminutivo familiar de la autora) tiene diez años, y avanza hasta 1992, cuando la joven decide abandonar Irán. Durante ese período el lector no sólo presencia la manera en que el nuevo régimen sustituye la esperanza por el miedo, sino también cómo la situación hace mella en la familia de Marjane, que la envía a estudiar a Europa con la esperanza de darle un futuro mejor. Sin embargo, en Viena Marjane se topa con la ignorancia y los prejuicios de sus compañeros hacia su país de origen, motivo por el cual acaba regresando a Irán.

Con un dibujo extremadamente simple, casi infantil, que se ve reflejado milímetro a milímetro en el celuloide, las desventuras de Marjane se suceden ante nuestros ojos desvelándonos un importante trozo de cultura de un país tan desconocido como es Irán. Aunque leer el cómic original es siempre interesante, lo cierto es que su adaptación resume a la perfección las trescientas sesenta páginas de la obra en papel, resultando fiel hasta en el empleo del blanco y negro, con unos efectos muy dinámicos y una animación realmente bien hecha. No es de extrañar que Persépolis fuese nominada al Óscar a la Mejor Película de Animación en el año 2007, aunque el galardón se lo llevase (cómo no) una de Pixar, Ratatouille. No entraré en si realmente se merecía el premio más que Persépolis, ya que ésta es la única de las tres nominadas que he visto, siendo la tercera Locos por el surf, pero una cosa sí la tengo clara: Persépolis es una de esas obras que nos permiten conocer un poco mejor el mundo que nos rodea.

Puntuación: 9

lunes, 22 de noviembre de 2010

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1

Título: Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1 (Harry Potter and the Deadly Hallows, Part 1)
Director: David Yates
Intérpretes: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Ralph Fiennes
Año de estreno: 2010

En el año 2008 vio la luz en España la novela que marca el desenlace de la saga más famosa de la literatura juvenil reciente. Muchos hemos sido los que hemos crecido al mismo tiempo que el protagonista titular y sus amigos, y esta esperada conclusión a las aventuras del niño mago no dejó indiferente a nadie, para bien o para mal. En mi caso, debo reconocer que Harry Potter y las Reliquias de la Muerte no es de mis libros predilectos. Lo cierto es que, desde la muerte de Sirius en Harry Potter y la Orden del Fénix (dudo mucho que este dato pueda seguir considerándose un spoiler), la saga decayó mucho para mi gusto. De hecho, apenas recuerdo el desarrollo de Harry Potter y el Misterio del Príncipe (título cuya traducción resume toda una historia de desafortunadas traducciones de la saga del niño mago). En cuanto a las películas, me quedé en Harry Potter y el Cáliz de Fuego, fundamentalmente por el desinterés en las siguientes adaptaciones. La película en la que tenía mayores expectativas por adaptar mi entrega favorita, Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, no me gustó, y la película siguiente fui a verla por acompañar a unos amigos, como ha sucedido con la última en estrenarse hasta la fecha.

El mundo de Harry se desmorona poco a poco. Tras la muerte de su mentor, Albus Dumbledore, y la subida al poder de Voldemort y sus mortífagos, ningún lugar es seguro para el Niño que Vivió, aunque la Órden del Fénix pone todo su esfuerzo en protegerle. Junto a sus inseparables amigos Ron y Hermione, Harry se embarca en la búsqueda de los siete Horrocruxes, objetos en los que Voldemort ha ocultado fragmentos de su propia alma a fin de hacerse inmortal. La búsqueda no tarda en entrañar grandes peligros cuando el grupo es cercado por los acólitos de Voldemort y los Horrocruxes se revelan cargados de un poder maligno. Una casualidad conduce a los tres adolescentes hacia una nueva pista: las Reliquias de la Muerte, tres objetos míticos que convertirían a su poseedor en Señor de la Muerte, y que Voldemort busca desesperadamente.

Cuando leí que Harry Potter y las Reliquias de la Muerte se rodaría en dos partes, no pensé en ningún momento que se hiciese por motivos comerciales. Es más, desde que los volúmenes de la saga comenzaron a frisar las quinientas o seiscientas páginas, es decir, a partir del cuarto libro, las adaptaciones se vuelven más complicadas y los directores se ven obligados a sacar la tijera y eliminar pasajes superfluos para la historia central. En dos horas y media que dura la primera parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte se puede retratar holgadamente la angustiosa búsqueda de los Horrocruxes que va minando a los personajes. Se les aprecia mucho más maduros y exhiben unas dotes actorales muy mejoradas. Sin embargo, en mi opinión, por alguna razón la que más brilla es Hermione, cuyo personaje eclipsa en ciertos pasajes a Ron e incluso al propio Harry, imponiéndose casi como protagonista de la película.

Algo que me ha sorprendido gratamente es la calidad técnica de la película. Posee una fotografía muy cuidada, con amplias visiones de paisajes e interesantes cambios de luces y colores. Gran parte de las localizaciones son exteriores de tonalidades grisáceas que refuerzan con gran efectividad el estado de ánimo de los personajes y su desesperanzada situación. La música repite el recurrente leitmotiv que ha presidido las seis entregas anteriores, pero sorprende con alguna que otra melodía diegética, algo poco habitual en la saga de Harry Potter.

Puntuación: 7

viernes, 19 de noviembre de 2010

A kiss in time

Título: A kiss in time
Autor: Alex Flinn
Año de publicación: 2009
Editorial: HarperTeen

A pesar de mi irreductible afición por la narrativa juvenil, debo reconocer que mis últimas incursiones en el género han resultado bastante insatisfactorias. De hecho, me atrevería a decir que, exceptuando la saga Medianoche, sólo La bestia me ha gustado de verdad, además de contar con una extraordinaria característica, poco común en la novela juvenil actual: es un libro autoconclusivo. No forma parte de una saga. Ya era hora.

Tras la decepcionante Halo, recurrí de nuevo a Alex Flinn, esperando hallar una agradable sorpresa como fue La bestia dentro de su género. Mi conclusión es que Versátil debería plantearse seriamente traducir A kiss in time si no lo está haciendo ya. Jugando con los mismos conceptos que con la obra ya mencionada, pero remitiéndose a un cuento diferente, Flinn crea una historia de lo más entretenida.

Talia es la princesa de Euphrasia, un pequeño reino que linda con Bélgica. Desde niña ha sido prevenida acerca de los husos, ya que en su bautizo, una bruja le lanzó una maldición: cuando cumpliera dieciséis años, se pincharía el dedo con un huso y moriría. Aunque una de las hadas del país le lanzó un contraconjuro que sustituía la muerte por un profundo sueño en el que se vería sumido todo el reino y del que despertarían cuando la princesa recibiese un beso de su amor verdadero, Talia ha crecido sometida a una asfixiante superprotección que sólo cuando se ve momentáneamente levantada acaba con un pinchazo en el dedo y todo un país dormido y oculto del resto del mundo. Y así pasan trescientos años. En pleno siglo XXI hallamos a Jack, un escéptico y malhumorado adolescente norteamericano de viaje (muy a su pesar) por Europa. Después de toparse accidentalmente con Euphrasia mientras buscaba la playa, Jack besa a Talía, despertándola... pero no hay festejos ni celebraciones: sólo una monumental bronca por parte del padre de la chica, un muchacho arrojado a los calabozos y un nuevo país surgido de la nada y violentamente enfrentado al siglo XXI.

Si La bestia se caracterizaba por el marcado tono dramático de su narración, en A kiss in time (literalmente, "Un beso en el tiempo") denota una marcada comicidad y un interesante desarrollo de los personajes. Talia la clásica princesa consentida que demuestra tener más agallas de las que parece en un principio, aunque suele requerir el rescate de su príncipe. No obstante, es calculadora y posee un endiablado don para embaucar a los demás. En cuanto a Jack, en las primeras páginas aparece caracterizado como el típico adolescente que pasa de todo, pero a medida que avanza la trama y profundiza su relación con la princesa, se descubre a sí mismo, y nosotros lo hacemos con él. Como la novela anterior de la autora, A kiss in time está escrito en primera persona, pero los puntos de vista se alternan entre Talia y Jack; el inicio y el final de algunos capítulos se solapa, de manera que en momentos críticos conocemos la manera en que ambos perciben la situación. Y eso, dado que al principio no pueden ni verse, es bastante curioso. Además, tanto en La bestia como en A kiss in time se resalta el choque entre nuestro mundo real y la magia de hadas de los cuentos clásicos, demostrando el buen uso del que habrían hecho los personajes de los mismos de la tecnología moderna y lo lejos, pero también lo cerca, que están sus conceptos básicos de nuestra visión actual del mundo.
Puntuación: 8

martes, 16 de noviembre de 2010

La niña de Luzmela

Título: La niña de Luzmela
Autor: Concha Espina
Año de publicación: 1909
Editorial: Espasa-Calpe

Lo que son las cosas: trasteando por Wikipedia, di con la biografía de Concha Espina, a la que sólo conocía por la estación de Metro de Madrid que lleva su nombre. Resulta que fue una muy prolífica escritora que redactó sus numerosas obras entre principios del siglo XX y la mitad del mismo. Dos de sus obras fueron, incluso, llevadas al cine en su momento. Cuando, movida por la curiosidad, acudí a la página web de la Casa del Libro, descubro que tan sólo tres de sus libros están disponibles en esta librería de librerías: el celebrado ensayo Mujeres del Quijote, el relato de viajes Singladuras. Viaje americano y la novela El metal de los muertos. Si uno consulta su bibliografía completa en Wikipedia o  en escritoras.com, se dará cuenta de que esto no es más que una mínima parte de su obra. Cuando se me presentó la oportunidad de echarle un vistazo a su primera novela, ni lo dudé: ya tenía ganas de conocer a esta autora tan interesante.

La niña de Luzmela se desarrolla entre dos pueblos cántabros: el que aparece en el título y Rucanto. La protagonista es Carmen, hija del señor de Luzmela, que queda huérfana a los trece años y es enviada, de acuerdo con el testamento de su padre, con su tía Rebeca y los hijos de ésta, Andrés, Narcisa y Julio. Éstos, que ambicionan la cuantiosa herencia que Carmen recibió al morir su padre, la maltratan durante años, y ella se somete con la secreta aspiración del alcanzar la santidad. Sólo dos personas tratan de ayudarla: Fernando, un marinero primogénito de Rebeca que se encapricha temporalmente con Carmen y Salvador, protegido del padre de la chica, al que ella considera un hermano, perdidamente enamorado de ella.

La niña de Luzmela contiene todos los ingredientes de los novelones decimonónicos de huerfanitas sufridas que alcanzan la redención, son rescatadas por sus amados y escapan de toda una vida de vejaciones. La buena de Concha Espina tomó ese tópico de la narrativa del siglo anterior para situarla en esos pequeños pueblos del norte de España que seguían tan atrasados a principios del siglo XX como en centurias anteriores, y se esfuerza en recrear el paso de las estaciones centrándose en la crudeza de los inviernos (que en la segunda mitad de la novela coinciden con los momentos más amargos por los que pasa la protagonista) y la alegría de la primavera, que simboliza la salvación. A este panorama se añade el marcado fervor religioso de Carmen, muy de la época y muy de España, pero aporta a la narración un aspecto creíble: refleja una mentalidad que Concha Espina, pese a ser una mujer instruida, sin duda conoció.

No me atrevo decir que La niña de Luzmela sea una obra maestra, aunque sí es perfectamente comprensible que en el momento de su publicación alcanzase un gran éxito e incluso que lo mantuviese hasta 1949, año en que se estrenó su adaptación cinematográfica. Por desgracia, tanto el tema como muchos de sus recursos narrativos se han quedado muy anclados en el pasado. Sin embargo, la obra tiene pasajes muy evocadores y una antagonista, Narcisa, magistralmente bien construida.

Puntuación: 6

domingo, 14 de noviembre de 2010

Luz que agoniza

Título: Luz que agoniza (Gaslight)
Director: George Cukor
Intérpretes: Ingrid Bergman, Charles Boyer, Joseph Cotten, Angela Lansbury
Año de estreno: 1944

Con las cadenas de televisión peleándose por los estrenos de las películas más taquilleras cada año, hace mucho, muchísimo tiempo ya que el cine en blanco y negro, el cine clásico, ha quedado relegado a las televisiones de pago y a las autonómicas. No deja de resultar irónico que las grandes cadenas prefieran emitir aquella cutre TV movie que dirigió ese director que acaba de estrenar en cines un taquillazo a esa obra maestra de los años cincuenta que siempre cita como su mayor inspiración. Comprendo que el blanco y negro puede costar un poco al principio, pero lo más gracioso es que luego a todo el mundo le encanta en fotografía. Será que la gente etiqueta desde el principio al cine de épocas pretéritas como precario sólo por el hecho de que es en blanco y negro. ¡Error! Y el gigantesco número de remakes que se vienen haciendo estos últimos años me dan la razón. Pero bueno, al menos existen programas concretos en los que se sigue apreciando el cine de verdad.

Luz que agoniza comienza en Londres, donde una famosa soprano llamada Alicia Alquist ha sido asesinada. Su sobrina, llamada Paula, es llevada a Italia para olvidar la tragedia y para prepararse como cantante de ópera a su vez. Años más tarde, ya adulta, conoce a un atractivo pianista llamado Gregory Anton, del que se enamora perdidamente. Una vez casados, la pareja se instala en el 9 de Thornton Square, la casa en la que Alicia fue asesinada, y que le corresponde a Paula por herencia. No obstante, al poco tiempo de llegar, Paula comienza a verse atormentada por misterosos ruidos y variaciones en la luz de gas que ilumina la casa, además de verse aquejada por constantes pérdidas de memoria y lo que parecen accesos de cleptomanía. Su marido no tarda en anunciarle que, a la vista de los síntomas, se está volviendo loca. Poco a poco, tiende en torno a ella una red que le impide salir de la casa, y sólo un policía, Brian Cameron, gran admirador de su tía, sospecha que algo no marcha bien en la residencia del matrimonio Anton.

No sé si en su año de estreno existiría ya un género conocido como thriller psicológico, que es al que se adscribe Luz que agoniza. Con una correcta ambientación en la Inglaterra victoriana, los recargados interiores y los brumosos exteriores no hacen sino acenturar la opresora atmósfera que rodea a Paula, víctima a todas luces durante todo el metraje de unos temores muy propios de una película de miedo. Los actores realizan de forma magistral sus papeles, especialmente Charles Boyer como el siniestro Gregory Anton, cuyo papel otorga un punto de terror a la vida de la pareja de cara a la galería, siempre tan normales. Incluso la muy sosa Ingrid Bergman (que me perdonen los amantes de Casablanca, pero cuando la he visto en otras películas, su manera de actuar me ha aburrido soberanamente) hace un papel extraordinario como la pusilánime protagonista, Paula Anton. Destaca también la presencia de una juvenil Angela Lansbury (tenía dieciocho años) como la doncella Nancy, llena de desparpajo, cuyas pequeñas apariciones son sin duda muy interesantes.

Puntuación: 8

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Rumores y mentiras


Título: Rumores y mentiras (Easy A)
Director: Will Gluck
Intérpretes: Emma Stone, Alyson Michalka, Amanda Bynes, Stanley Tucci
Año de estreno: 2010

Lo que son las cosas: ha querido el destino que coincidan en cartelera dos de los protagonistas de una de las últimas películas que más me han gustado, Bienvenidos a Zombieland, aunque sea protagonizando dos filmes completamente distintos. Jesse Eisenberg se mete en la piel del polémico Mark Zuckerberg en La red social, mientras que Emma Stone da vida a una adolescente doña nadie en Rumores y mentiras. Las comparaciones son odiosas, siempre lo digo, así que no entraré en las mismas ya que, además de que no he visto La red social (no me apetece lo más mínimo), si algo sé es que no puede medirse con el mismo rasero que Rumores y mentiras. Una cosa sí es cierta: esta película, aunque parezca lo contrario, no tiene desperdicio.

Olive Penderghast (que ha visto "españolizado" su nombre como Olivia en la versión traducida) tiene diecisiete años y no liga ni para atrás, o como ella misma dice: "si Google Earth fuese un chico, no me detectaría ni aunque me disfrazara de edificio de diez plantas". No obstante, esa invisibilidad desaparece de la noche a la mañana cuando miente a su mejor amiga diciéndole que ha perdido la virginidad con un universitario y otra de sus compañeras del instituto, una fanática religiosa, difunde ese rumor. Como en el fondo le gusta sentirse un poco el centro de la atención, y además tiene un corazón como un campo de fútbol, acepta cuando su amigo Brandon, que es gay, le pide que le ayude a desmentir los rumores acerca de su homosexualidad. La buena de Olive finge que se ha acostado con él y no tardan en lloverle peticiones... de chicos que quieren que finja que se ha acostado con ellos. Al principio la cosa es divertida, pero cuando su reputación comienza a destrozarse inevitablemente.

Un argumento pseudo-inspirado en La letra escarlata (a cuyas distintas adaptaciones cinematográficas se hace alusión en diversos momentos de la trama) apuntalado gracias a los simpáticos personajes, entre los que destacan los alocados padres de Olive y la paródica Amanda Bynes como Marianne; resulta agradable volver a verla tras su larga ausencia de las pantallas (bueno, sólo han sido tres años, pero son bastantes para una actriz joven). Sin embargo, la estrella absoluta es Emma Stone, que llena completamente la película de principio a fin sin que nos cansemos jamás de ella, hasta que consigue que interioricemos los motivos que mueven a su personaje a actuar como lo hace.

Al igual que sucedía en Bienvenidos a Zombieland (con ésta no puedo evitar compararla), en Rumores y mentiras se escuchan numerosas perlas y diálogos que dotan al argumento de gran parte de su comicidad (mi preferido: "Disculpe, ¿la sección de Religión?" "Ahí detrás, ¿buscas algo en concreto?" "La Biblia" "En best-sellers, al lado de Crepúsculo"). Si bien la película no está exenta de cierta moralina final, aunque se le perdona por el desparpajo con el que relata los acontecimientos, por otra parte, muy creíbles: en el instituto, los rumores son el fuego cruzado que enfrenta a los adolescentes.

Puntuación:7

martes, 9 de noviembre de 2010

Seducción


Título: Seducción (Sarangboda arumdaun yuhok)
Autor: Lee Hyeon-Sook
Género: Shoujo (o su equivalente coreano)
Editorial coreana: Daiwon C. I.
Editorial española: Panini
Número de volúmenes: 5

A decir verdad, el manhwa no me tira mucho. He leído algunas series completas y otras las he dejado a medias, entre ellas la muy popular The one. Me atrevería a decir que, hasta que decidí darle una oportunidad a Seducción, sólo Tarot Café y Goong me gustaban de verdad. Los manhwa del género equivalente al shoujo japonés (sé que tiene un nombre, pero lo desconozco) que he leído se caracterizan por poseer una serie de características comunes, tanto en la trama (la marcada tendencia de los personajes a hablar en sentido figurado, las actitudes ambiguas, los finales muy abiertos (aún más que en el manga, que ya es decir)...) como en el dibujo (personajes muy estilizados, de proporciones muy alargadas, labios muy delineados, metáforas visuales...). ¿Y qué fue lo que me interesó entonces de Seducción? Pues nada menos que la trama.

Da-Un es profesora sustituta en un instituto de bachillerato. Poco después de que uno de sus compañeros de la facultad, Hyeon-U, entre a trabajar en el mismo centro, Da-Un se percata de que uno de los alumnos más guapos del instituto, el enigmático Ryumin, le tira los tejos descaradamente. La profesora trata de evitarle a medida que sucumbe a la incesante seducción del muchacho, hasta el punto que ésta acaba haciéndose cada vez más evidente para quienes les rodean: Hayeon, novia de Ryumin; Hyeon-U, que siempre ha estado enamorado de Da-Un, y Gyeo-Un, hermano menor de Da-Un, que guarda un terrible secreto en el que Ryumin está involucrado...

El argumento no se sale de las premisas clásicas del cómic romántico japonés y coreano, pero es el desarrollo de la historia lo que engancha. Los personajes forman entre ellos una red de relaciones paralela a la que tiende Ryumin en torno a Da-Un con el propósito de seducirla, y el lector puede apreciar, página a página, como ella se va enredando más y más para deleite del siempre apático y muy ambiguo Ryumin. El final resulta, como viene siendo habitual en los manhwa, desconcertante, y sin embargo, al igual que sucede con otros cómics que no tienen el clásico final feliz (entre ellos Paradise Kiss), el tono general de los acontecimientos lo hacen muy apropiado.

La autora hace gala de un dibujo precioso desde el primer tomo, aunque los personajes resultan un tanto parecidos entre ellos (cuando Gyeo-Un se quita las gafas, me cuesta distinguirle de Hyeon-U). Las portadillas de los capítulos son los dibujos más interesantes, pues poseen un aspecto etéreo e irreal, casi metafórico. Los tópicos del manhwa que he citado antes se suceden uno tras otro en esta obra, que ha sido publicada en un buen número de países con éxito. Por algo será.

Puntuación: 9

sábado, 6 de noviembre de 2010

Radio encubierta


Título: Radio encubierta (The boat that rocked)
Director: Richard Curtis
Intérpretes: Tom Sturridge, Philip Seymour Hoffman, Rhys Ifans, Chris O'Dowd
Año de estreno: 2009

En un intento de ensalzar la música como creación humana, me enredo buscando el inicio de un discurso que se expande a toda la Historia de la Humanidad. Dado que me gustan todos los géneros, me cuesta afirmar sin cuestionarme a mí misma que el siglo XX ha sido el más relevante de todo el desarrollo de este primer arte. Me corregiré alegando que si de algo puede presumir el siglo que vio su ocaso hace diez años es de haber alumbrado el nacimiento de la "música popular", generalmente reducida a su diminutivo Pop, aunque esta palabra denomine tan sólo a uno de los muchísimos géneros que nacieron y se desarrollaron en esos años. Tras la efervescencia del rockabilly de Elvis en los 50, el rock 'n' roll propiamente dicho y el pop tuvieron una etapa dorada en los años 60 que se perpetuaría en los 70. No obstante, es la década prodigiosa del 6, la que vio nacer a los Beatles, reyes indiscutibles, en la que se desarrolla esta historia de amistad, egolatría, fenómeno fan y piratería.

Radio encubierta se desarrolla en la Inglaterra de 1966, época en que las emisoras del país emiten muy poca música rock. Sin embargo, existen emisoras pirata que centran en esta música toda su emisión. Una de ellas es Radio Rock, que emite desde un barco anclado en el Mar del Norte. A ese barco llega un estudiante llamado Carl, al que acoge su padrino Quentin, jefe de la emisora de radio. El chico no tarda en verse envuelto en la alocada vida de los distintos DJs que pueblan el barco, cada uno de ellos con sus propias preferencias y manías y, ante todo, con muchísimo ego. Carl acumula numerosas experiencias vitales en el barco, pero no todo es un camino de rosas: además del acoso y derribo al que se ven sometidas las emisoras pirata por parte del gobierno, Carl conoce el lado amargo del amor y descubre la identidad de su padre.

Cuando he empezado a ver Radio encubierta, no sabía muy bien qué esperar. Aunque mis expectativas eran buenas al tener en cartel a dos actores de una de mis series preferidas (Chris O'Dowd y Katherine Parkinson, Roy y Jen en The I.T. Crowd) y al siempre sorprendentemente versátil Philip Seymour Hoffman, no pensaba que fuese a encontrarme con un peliculón. Y bueno... ciertamente, Radio encubierta no es un peliculón, pero extrañamente, es mucho mejor de lo que esperaba. De hecho, en cierto modo, me ha recordado a
Casi famosos.

Empezaré hablando del equipo que participa en esta película. Para empezar, destaca el nombre del director, Richard Curtis, que previamente a esta película ha dirigido la muy aclamada Love Actually, y que además de haber escrito ambas ha firmado guiones de sobra conocidos, como Cuatro bodas y un funera, Notting Hill, El diario de Bridget Jones y Bridget Jones: Sobreviviré. La trama de Radio encubierta destaca por un marcado tono nostálgico a todos los niveles que se filtra bajo cada chiste, bajo cada excentricidad de los personajes. Éstos están representados de manera magistral por una buena plantilla de nombres conocidos: a los ya mencionados se unen Rhys Ifans, Bill Nighy, Kenneth Branagh, Emma Thompson y Talulah Riley, por señalar sólo a algunos. Cabe destacar que el rodaje de Radio encubierta debió parecer una reunión de viejos amigos, pues la mayoría de ellos habían trabajado ya con Curtis en alguna de las anteriores películas escritas por el director.

La ambientación de Radio encubierta se ciñe a esa imagen de los años 60 que todos tenemos, con chicas vestidas en plan Twiggy, estampados psicodélicos y mucho rock 'n' roll; así es Rock Radio. Este escenario contrasta con los fríos entornos en los que aparece el antagonista de los personajes, el ministro Dormandy, que está más que decidido a erradicar las radios pirata. No obstante, el montaje de la película hace que sus apariciones sean casi incidentales. De hecho, las dos horas de metraje dan la sensación de ser una especie de resumen de algo más amplio, como si se hubiese hecho una película destinada a recoger la idea global de una serie de televisión (en el caso de Radio encubierta, sería una buena serie de televisión... un poco cara, eso sí), pues se nos muestran escenas yuxtapuestas de la rutina en ese barco de locos que pasan de todo menos de la música contrapuesta a los casi histéricos esfuerzos del ministro por conseguir que dejen de emitir. Resuenan los tópicos del mismo modo que resuenan los acordes de las cerca de cuarenta canciones que componen la banda sonora, y tratan de hacernos creer, en el clímax final, que todos los estilos de música posteriores a los 60 deben su existencia al rock, algo que debemos creer pero no al pie de la letra.

Radio encubierta es otro de los homenajes que hace el cine a la música de una época dorada de su existencia, y nos obsequia con personajes excesivos, momentos hilarantes y alguna que otra escena brillante por su inexplicable belleza, aunque también peque de giros excesivamente hollywoodianos, aunque, para qué engañarnos: en ocasiones, que la película acabe bien resulta una verdadera satisfacción.

Puntuación: 7

lunes, 1 de noviembre de 2010

Kick-Ass


Título: Kick-Ass
Director: Matthew Vaughn
Intérpretes: Aaron Johnson, Chloë Grace Moretz, Nicolas Cage, Christopher Mintz-Plasse
Año de estreno: 2010

Si algo debe decirse de los cómics norteamericanos es que han hecho de los superhéroes el pan nuestro de cada día. Esos individuos con superpoderes, gadgets y capa forman parte de la mitología contemporánea, como en épocas pasadas lo fueron Hércules y compañía. Pues si para los europeos se han convertido en eso, no digamos en Estados Unidos, donde lo tienen mucho más interiorizado. De hecho, la cuestión de por qué a nadie se le ha ocurrido convertirse en un superhéroe de verdad pese a los numerosos referentes que existen es el punto de partida de Kick-Ass.

Dave Lizewski es el típico friki ligeramente antisocial que, después de leer muchos cómics, se plantea la anteriormente mencionada cuestión y toma la iniciativa de convertirse en superhéroe comprándose un traje a medida por Internet y haciéndose llamar Kick-Ass. Lo que él no sabe es que su a primera vista inocente idea acaba teniendo repercusiones muy duras cuando se meta, sin comerlo ni beberlo en mitad de la eterna pelea entre dos superhéroes bastante más auténticos que él, Big Daddy y Hit-Girl, y el temido narcotraficante Frank D'Amico, que, creyendo a Kick-Ass fuente de sus problemas, colabora en la conversión de su hijo Chris en Bruma Roja, un superhéroe de pacotilla más.

Si algo puede decirse de Kick-Ass es que se trata de una historia más o menos clásica aderezada con numerosos detalles pasados de rosca, sobre todo la violencia gratuita, excesiva y al mismo tiempo, hilarante. A diferencia de otras películas de superhéroes, que se inscriben en un marco relativamente atemporal dentro de la ambientación contemporánea, Kick-Ass sorprende gratamente con alusiones concretas a nuestros días como MySpace o YouTube, entre otras, que aportan una ración extra de realismo dentro de lo delirante del filme, que no es poco.

Los actores se mueven también en esta dicotomía de realismo/surrealismo. La primera facción la encabeza el protagonista, Dave, un muy bien caracterizado Aaron Johnson, que se suma a Columbus de Zombieland y Oh de Año Uno (y tal vez también Will Burton de School Rock Band) en mi grupo de frikis favoritos del cine. Se trata de un personaje muy creíble, cuya voz en off aporta un toque muy cercano al desarrollo de los acontecimientos. Le acompañan en esta sección sus amigos y su novia Katie, e incluso Christopher D'Amico, que en ningún momento deja de resultar bastante risible. En cuanto a los personajes surrealistas de principio a fin, la estrella absoluta es Mindy/Hit-Girl, un arrollador personaje al que da vida la actriz Chloë Grace Moretz (a la que sólo había tenido el placer de ver en (500) días juntos) y que podría convertirse, sin mucho esfuerzo, en la protagonista de una película o dos. La escoltan su padre, Big Daddy, y el antagonista de la película, Frank D'Amico, una parodia/homenaje a los malos malosos del cómic; en él veo sobretodo a Kingpin, el clásico enemigo de Spider-Man y Daredevil.

Para terminar de perfeccionar una película redonda, Kick-Ass puede presumir de tener una banda sonora plagada de canciones y melodías pegadizas que se ajustan como un guante a cada momento de la trama, desde la acción más vibrante hasta la majestuosidad de la residencia D'Amico, en la que siempre suena música clásica, con resultados descacharrantes cuando los mafiosos comienzan a pegarse gritos con violines de fondo.

Puntuación: 9

jueves, 14 de octubre de 2010

Halo


Título: Halo
Autor: Alexandra Adornetto
Año de publicación: 2010
Editorial: Roca Editorial

Como hacía mucho que no le hincaba el diente a ninguna novela juvenil, he decidido hacer lo propio con una de las novedades de este otoño: Halo. ¿Y por qué me decidí por esta novela con título de canción de Beyoncé? Bueno, aparte de una portada preciosa para mi gusto (sí, a veces me da la vena cursi), la protagonista es un ángel, y francamente, las obras de ficción en las que aparecen ángeles y demonios me encantan. Además, en esta época en que el auge de los antihéroes convierte en protagonistas a los demonios y en enemigos a los ángeles, me hace hasta ilusión que la heroína sea de naturaleza celestial.

Gabriel, Ivy y Bethany son tres ángeles enviados a un pequeño e idílico pueblo llamado Venus Cove con la misión de integrarse en la comunidad y ganar terreno en la pugna por la Tierra que mantienen el Cielo y el Infierno desde tiempos inmemoriales. Así, los tres ángeles se dedican a extender buenos sentimientos de formas diversas. Bethany, las más joven e inexperta, acude bajo la apariencia de una adolescente cualquiera al instituto del pueblo, llamado Bryce Hamilton. Allí, además de familiarizarse con las costumbres de los jóvenes de su edad, conoce a un atractivo chico llamado Xavier, del que se enamora perdidamente, rompiendo una de las normas de los ángeles: sustituir el amor a la Humanidad por un amor individual hacia una sola persona.

La premisa es bastante convencional, pero como siempre, intento que esos detalles no me arruinen la perspectiva de un buen libro: a veces da mejor resultado un argumento típico pero bien llevado que una trama rompedora que el autor no sabe resolver debidamente. Por esa razón comencé a leer Halo. Lo primero que me dio mala espina al abrirlo fue la información de la autora, Alexandra Adornetto, una australiana de dieciocho primaveras. Halo no es su primera novela, pero sí la primera que escribe de temática juvenil, y es cierto que hay pasajes en los que parece más un fanfic que una novela como tal. O a lo mejor es que, como el tema de los ángeles me gusta tanto, su visión de los mismos no encaja de ninguna de las maneras con la mía.

Iré paso a paso. Lo primero es el escenario donde se desarrolla Halo: el ficticio pueblo de Venus Cove. Francamente, no sé en qué país se desarrolla la novela, pero sólo la descripción de la población podría provocar hiperglucemia. Es demasiado bonito, casi como uno de esos "pueblos con encanto" de la Toscana, pero Adornetto lo puebla con gente cien por cien norteamericana, como la de las teleseries (y los etiqueto de estadounidenses porque desconozco cómo son los australianos). El resultado es extraño, y no conseguí involucrarme tanto en el entorno en el que se desarrolla la novela como, por ejemplo, el Forks de Crepúsculo, que al menos resultaba creíble como pueblo americano cutre que es, vampiros aparte. Venus Cove intenta condensar de tal manera las dos facetas opuestas que tiene como resultado un decorado de cartón piedra, más que un escenario auténtico.

Luego están los personajes. Dejando de lado a los humanos, que actúan como simples extras a excepción de Xavier, son todos bastante reales, incluido éste. Bueno, tiene sus momentos de héroe adolescente protector de la princesa (cosa bastante absurda teniendo en cuenta que Bethany es un ángel y, por definición, mucho más poderosa que él), pero tiene algunos puntos de gran realismo. Bethany es la que sale peor parada, ya que a la pobre le sucede como al propio Venus Cove: la autora intenta unir en la protagonista la naturaleza celestial con la naturaleza humana adolescente, y le sale un churro. Se nos explica que Bethany es la más joven de los ángeles, pero aún así lleva existiendo centenares de años, y su encarnación mortal no es más que un contenedor de la esencia espiritual que son los ángeles en el Reino de los Cielos. La pobre Bethany debía ser un ángel de tercera porque sus poderes son más bien escasos, y encima cede alegremente a los impulsos típicos de los adolescentes tan rápido que olvidaríamos que es un ángel si no fuera porque ella misma o los demás personajes nos lo recuerdan constantemente: es caprichosa, respondona, egoísta, irreflexiva y, por si fuera poco, humillantemente ingenua. No tiene sentido que, si la autora nos explica que los ángeles han estudiado meticulosamente el comportamiento humano, luego se quede Bethany a dos velas mientras sus amigas hablan de sexo. ¿En serio lleva existiendo cientos de años? Sus hermanos Ivy y sobre todo Gabriel se ciñen mucho más a la imagen clásica de ángeles encarnados, pero su único papel consiste en a) hacerle de conciencia a Bethany (algo que va seguido de los clásicos "¡Nadie me comprende!" y portazos) y b) sacarle las castañas de fuego a Bethany.

En resumen, que Halo es un compendio de incoherencias y tópicos aderezados con una gruesa capa de caramelo demasiado dulce. Tiene buenos momentos, pero en general no es un gran libro. La buena de Adornetto ha tenido mucha suerte de que el boom de la literatura juvenil romántica va a hacerle vender muchos libros, pero en mi opinión, todavía tiene mucho que aprender si quiere pasar de vender fanfics impresos a novelas de verdad.

Puntuación: 6