domingo, 19 de julio de 2009

Las Célticas


Título: Las Célticas (Le Celtiche)
Autor: Hugo Pratt

Fecha de la tercera edición española: 2008

Editorial: Norma Editorial

Soy muy dada a establecer ránkings entre las cosas que me gustan, especialmente si esas cosas son del mismo tipo. Y cuando terminé de leer todas las aventuras de Corto Maltés, La balada del mar salado se mantuvo en el primer puesto, mientras que en el segundo compiten La casa dorada de Samarkanda, Las Célticas y Corto en Siberia. Probablemente seguirán compartiendo el segundo puesto para siempre.


A pesar de su nombre, no todos los episodios que integran Las Célticas se desarrollan en las islas británicas. Sin embargo, sí que tienen como telón de fondo la I Guerra Mundial, en la que Corto no participa, pero sí que se ve mezclado con más de un
ejército. Son seis los episodios que dan cuerpo a Las Célticas: El ángel de la ventana de Oriente, Bajo la bandera del oro, Concierto en do menor para arpa y nitroglicerina, El sueño de una mañana de invierno, Vino de Borgoña y rosas de picardía y En el tinglado de la antigua farsa. A lo largo de tantas aventuras, Corto conoce a personajes de muy diverso talante y nacionalidad: aparte de los militares de todos los países combatientes están presentes los rebeldes irlandeses, los frailes dominicos y franciscanos, los viejos judíos, los titiriteros locos e incluso las hadas inglesas. Y por si aún faltara gente, Corto reencuentra a viejos conocidos como Veneciana Stevenson y Caín Groovesnore.

Los hechos relatados en Las Célticas tienen lugar en los últimos años de la Gran Guerra, de hecho
algunos personajes ya se huelen su final. La acción comienza en Venecia, ciudad preferida de Corto, y aún permanece cierto tiempo en Italia antes de viajar a Irlanda y otros puntos de Gran Bretaña, como Stonehenge. En principio parece entregado a su, llamémosla, "profesión" de aventurero, pero no tarda en meterse en materia bélica gracias a militares desertores, rebeldes irlandeses, amigos soldados e incluso inspirado por unas musas llamadas Morgana, Puck y Merlín. Este volumen sirve a Pratt para desplegar su interés por los uniformes. Se ha dicho de él que era un militarista, pero no es así: sencillamente, le gustaban los uniformes desde niño, creció rodeado de ellos, y no los rechazaba a la primera como un símbolo de la guerra. No vanagloria la propia contienda, sino ese extraño glamour que poseen los uniformes de la época.

Las Célticas se caracteriza también por el elevado número de mujeres interesantes que desfila por sus páginas. Y es que, en las aventuras de Corto, las mujeres no son un mero adorno. Las mujeres que rodean a Corto están dotadas de una fuerte personalidad, a menudo también intrigante, algo que le fascina. Veneciana, Banshee, Rowena y Mélodie fascinan e intrigan a nuestro marino, al igual que al lector. Se convierten en parte de sus aventuras, y no precisamente pasiva. Además está la mención a Pandora Groovesnore. Tenemos la ocasión de ver a un Corto ciertamente melancólico ante la noticia de la boda de su amor platónico.

Me alegró saber que Las Célticas fue uno de los álbumes convertidos en película de animación, aunque no lo vi hasta que tuve en mi poder el álbum original. Al igual que sucedió con Bajo el signo de Capricornio, el estudio se aprovecha de la división en episodios para realizar una película de una hora y veinte minutos sin tener que recortar flecos; tan sólo se elimina un episodio y ya está. El escogido es Concierto en do menor para arpa y nitroglicerina; una pena, pues es un gran episodio. También esta entrega se inicia con una especie de prólogo narrado por una mujer, en este caso Veneciana Stevenson, algo normal pues es la única de las cuatro féminas protagonistas cuyo papel se ve justamente trasladado (Rowena también aparece, pero su papel es menos relevante; Corto ni siquiera menciona que ella le gusta, cosa que sí hace en el cómic). Los episodios aparecen en el mismo orden que en el álbum, salvo por la ausencia del ya mencionado Concierto en do menor para arpa y nitroglicerina y la alteración del último de ellos, que vendría a ser Vino de Borgoña y rosas de picardía pero con escenas añadidas de En el tinglado de la antigua farsa; Mélodie no aparece y algunas cosas quedan confusas debido a esa inclusión realizada con calzador de la presencia de Caín Groovesnore (cuyo nombre, por cierto, pronuncian correctamente en el doblaje español, para variar). Además se producen cambios en el desarrollo de El sueño de una mañana de invierno y la transición entre episodios resulta vaga e inconexa; puede que Las Célticas sea, en materia de narración, la peor de las películas que he visto hasta ahora de esta serie, pero el resultado es ameno y la verdad, una vez acostumbrados a la animación regular y al doblaje francamente malo, debo reconocer que me ha resultado entretenida.

Puntuación del cómic: 10
Puntuación de la película: 6

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